Una anécdota convertida en estandarte.


Una anécdota convertida en estandarte.

Por el Doctor Joaquín Cuadra Chamorro

Doctor, en los 80 usted jugó un papel trascendental en varios aspectos, pero especialmente en la renegociación de la deuda comercial, a tal punto que se acuñaron varias frases de usted, una de ellas es: "Firmar me harás, pagar jamás". Cuánto de eso es cierto o es únicamente propaganda?

Hay algo de verdad en eso, cuando se decidió negociar la deuda con los Bancos, la deuda de los Somoza que le decíamos (alrededor de US$800 millones), el jefe del grupo negociador era Alfredo César, quien estaba muy precipitado por lograr un acuerdo antes de diciembre de 1979. Recuerdo que Richard Wayner fungía como asesor financiero, él era un financista bien inteligente y simpatizó muchos con nosotros, nos juntábamos en New York, en Washington o donde fuera.

Estábamos llegando casi por completar la negociación con los banqueros y sólo faltaba un tramo: qué tipo de intereses iba a reconocer el gobierno a los acreedores. Estábamos parados allí, en ese tema, ellos creo que pedían un 6/8 o 7/8 y yo les decía! Qué babosos que los veo a ustedes!, cualquiera que sea el interés, de todos modos no vamos a pagarles, ya que no tenemos de dónde agarrar reales para pagar eso.

El de la frase es Lolito Morales, quién siempre llegaba al Terraza, decía cuando firmaba la cuenta: "Firmar me harás, pero pagar jamás."

¡Pero es cierto que usted lo mandó a poner en una pluma?

No, no, fue Richard Wayner. Cuando llegamos a concluir la negociación, a cada uno de los miembros del equipo negociador de Nicaragua les regaló una pluma con esa frase grabada. Imagínate, una de ellas cayó en poder de los banqueros, y se armó el alboroto.